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La disfagia es una condición médica que causa dificultad o imposibilidad total al momento de tragar los alimentos sólidos y líquidos.
Podemos distinguir entre dos tipos de disfagia
Disfagia orofaringea
Afecta a la faringe dificultando el paso de los alimentos desde el inicio del proceso de deglución. Los casos graves pueden llevar al paso de los alimentos a la propia tráquea, atragantando al paciente.
Disfagia esofágica El proceso de deglución consigue que los alimentos pasen más allá de la faringe, presentando dificultad e impedimento a que bajen por el esófago. Casos graves llevan al paciente a vomitar constantemente y a imposibilitar de forma completa la nutrición.
Para tragar alimentos son necesarios alrededor de 50 pares de músculos y nervios, por tanto cualquier disfunción en este área puede causar el problema de la disfagia.
Si hablamos de disfagia orofaringea:
El síntoma más representativo es la dificultad para tragar alimentos sólidos y líquidos. Casos más severos se acompañan de dolores o de sensaciones de alimentos que se quedan pegados en la garganta o el pecho. Tos o asfixia durante las comidas, acidez severa y vómitos de lo que se traga. Fuera de los momentos de la comida, algunos síntomas pueden ser ardor de estómago, pérdida de peso, babeo o ronquera al dormir.
Te dejamos una guía de administración de medicamentos para pacientes con disfagia, elaborada por el Hospital Universitario Central de Asturias (Unidad de Disfagia para el Diagnóstico y Tratamiento)