Los cuidadores de los pacientes de disfagia son un pilar fundamental en sus vidas
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La disfagia es una condición médica que causa dificultad o imposibilidad total al momento de tragar los alimentos sólidos y líquidos.
Podemos distinguir entre dos tipos de disfagia
Disfagia orofaringea
Afecta a la faringe dificultando el paso de los alimentos desde el inicio del proceso de deglución. Los casos graves pueden llevar al paso de los alimentos a la propia tráquea, atragantando al paciente.
Disfagia esofágica El proceso de deglución consigue que los alimentos pasen más allá de la faringe, presentando dificultad e impedimento a que bajen por el esófago. Casos graves llevan al paciente a vomitar constantemente y a imposibilitar de forma completa la nutrición.
Para tragar alimentos son necesarios alrededor de 50 pares de músculos y nervios, por tanto cualquier disfunción en este área puede causar el problema de la disfagia.
Si hablamos de disfagia orofaringea:
El síntoma más representativo es la dificultad para tragar alimentos sólidos y líquidos. Casos más severos se acompañan de dolores o de sensaciones de alimentos que se quedan pegados en la garganta o el pecho. Tos o asfixia durante las comidas, acidez severa y vómitos de lo que se traga. Fuera de los momentos de la comida, algunos síntomas pueden ser ardor de estómago, pérdida de peso, babeo o ronquera al dormir.
Te dejamos una guía de administración de medicamentos para pacientes con disfagia, elaborada por el Hospital Universitario Central de Asturias (Unidad de Disfagia para el Diagnóstico y Tratamiento)
Cómo poder reconocer la disfagia en la práctica clínica diaria
Tres años de trabajo ininterrumpido por parte del Comité de la IDDSI han culminado en el diseño de un marco final de dieta para la disfagia, constituido por ocho niveles continuos (0-7) identificados por números, códigos de colores, etiquetas y descriptores detallados.
Abordaje desde el equipo multidisciplinar